¿Qué saben de que se te llenen los ojos de lágrimas?
¿Qué saben de que se te rompa de nuevo el ser por dentro?
¿Qué saben de sentir que te haces pedacitos y te derrumbas?
¿Qué saben ustedes de hacer tripas de corazón?
¿Qué saben de no dejar salir las lágrimas?

jáh

Lamento que este 22 no sea como queríamos que fuese. Lamento tenerte en una espera que sé es horrible. Lamento no hablarte más seguido. Lamento no llamarte en el día. Lamento no mandarte mensajes. Lamento no decirte "te amo". Lamento la confusión. Lamento la distancia. Lamento la frialdad. Lamento el tiempo. Lamento hacerte daño. Lamento... tantas cosas.
Lo lamento.

Canto al Aire

"Le canto al aire porque tú no estás aquí, le canto al viento pa' que me lleve hasta allí, le canto al cielo que es el mismo para ti.
Quizás esta canción la canto para mi, para volver a los lugares que ya vi, las armonías que ya oí, las que ahora yo repito aquí."

El piano sale del fondo de la canción y toma protagonismo en el pequeño espacio de mi pieza. Nada más se escucha aparte de su melodía triste, y mis dedos en las teclas, escribiendo furiosos como desangrándose en palabras que no llegaré a decir.

"El desapego no me alcanza para más, no me acostumbro a darme cuenta que no estás, y me hace falta todo lo que tú me das.
Quizás esta canción la canto para mi, para volver a los lugares que ya vi, las armonías que ya oí, las que ahora yo repito aquí"

Y sigue su sonido triste el piano, volviendo a revolver mi cansado corazón. Me trae humedad a los ojos, nunca sé por qué, pero desde el principio ese fue su efecto en mi. La letanía de la melodía me absorbe a ratos, pero su acorde final es como gota que rebalsa el vaso. Entonces lloro sin más.

Juntaron sus manos en un gesto antiguo como el mundo, se vieron a los ojos con esa intensidad que solo en privado puedes liberar… que solo cuando estas con esa persona nace desde lo más profundo de tu ser. Sus pieles solo sentían más piel, a sus oídos los deleitaba la respiración de la otra, y en sus labios el calor de su amada quemaba cualquier pensamiento. En ese momento no existía nada más que el amor que se hacía físico en cada uno de sus movimientos, que con delicadeza florecían en la piel de la otra a modo de caricias. Con cada roce decían “te deseo”, con cada beso explicaban lo que sentían por la otra… en cada mirada había un amor que va mucho más allá de lo imaginable… ¿Nunca se preguntaron por qué no tiene sentido hablar cuando haces el amor?... es que las sensaciones son tantas que ponerlas en palabras sería eterno. Y las emociones… son un universo nuevo, cada una de ellas, puedes hundirte tan profundo en la emoción que desapareces de este mundo y solo notas un cambio cuando un roce, un beso o una mirada te transporta a otra constelación… brillante y nueva como la anterior.

Viceversa

Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte

tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte

tengo urgencia de oírte
alegría de oírte 
buena suerte de oírte
y temores de oírte

o sea
resumiendo
estoy jodido
                                      y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
                                       viceversa.


Palabras que no son mías, que son robadas, prestadas, ultrajadas, entendidas, sentidas y finalmente reproducidas aquí. Porque sí, estoy jodida, y radiante, y quizá más lo uno que lo otro, o al revés.
Cómo sea, me describen, me entienden, me reflejan, me superan.
No podría haberlo dicho mejor.

Al abrir una pequeña porción de la ventana antes cerrada, un haz de luz habrá de entrar en la estancia, y aunque pequeño, tocará todo con su calor y energía, trayendo consigo colores nuevos, quizá olvidados.
El haz de luz se esparcirá e inundará rincones de a poco, devolviendo la vida que algún día no muy lejano disfrutaron.

Descubrición

Hoy me di cuenta que el "caminar sin rumbo" es un engaño que nos hacemos todos en algún momento. El creer que podemos salir y que solo por el no pensar mientras damos pasos es que no nos dirigimos hacia ningún lugar.
Hoy salí y me puse en el bandejón central de la Alameda (no de las delicias, porque huele a mierda) y sin importarme dirección, altura, norte o sur, naciente o poniente, me dispuse a dar pasos sin cesar, lo único claro entonces era que pararía cuando ya no quisiera poner un pie frente a otro. Estaba en eso cuando de pronto calló en mi, como "regalo" de una paloma maldita que no pudo cagar en otro lugar. Me estaba mintiendo.
Creí que no me dirigía hacia ningún lugar, creí, ilusa, que solo por no pensarlo, el recorrido se borraría ante mi y entonces sería como caminar en el aire, sin moverme. Pero estaba en el suelo, pisando una miseria de pasto y la verdad es que por más que quisiera, no podía ir sin rumbo.
Irremediablemente iba pa' delante.

America sí Evelyn Cornejo

Completamente enamorada de este tema.