lunes, junio 11, 2012

cómo decirlo? me calenté

... había pasado mucho tiempo desde que probé unos labios, me sentía torpe, acelerada. La atracción que esos labios rojos provocaron era ineludible, como abeja a la flor, la busqué y caí en picada en sus besos. El comienzo fue como cualquiera podría haber sido, acercamientos suaves, juguetones, entre sonrisas y susurros, mis dedos conociendo su cintura. Ahora que lo pienso, no me di cuenta cuando mis manos quedaron ahí, pero si que noté cuando las suyas se aferraron a mi. No dudó en recorrer mi espalda con caricias, y cuando ya bajaba de la espalda no pude evitar sonreír entre sus labios... ella se detuvo. Sonrojada me miraba como pidiendo disculpas, y yo igualmente sonrojada le pedía que siguiera. Me dijo, a medias escondida tras su pelo, que no podía evitarlo y la escuché reír, posiblemente de si misma. Yo no ando con rodeos, menos con ella. Sin pensarlo (pues me acobardaría) la agarré del trasero (sí, trasero) y la apreté contra mí. Se rió aun más fuerte y yo dije que tampoco podía evitarlo, llevaba deseándolo toda la tarde...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

blablame :)