No la amaba y mis palabras salían de mi boca con facilidad, como la seda rozaban su oído y provocaban aquellas sensaciones que ambas conocíamos. La miraba a los ojos descarada y la instaba a entrar en confianza con mi cercanía, con mi tacto, con mis miradas. Todas máscaras de festival de lo falso para conseguir lo que quería de ella esa noche.
Roces que parecían sin propósitos, como sin querer, distraían su atención lo suficiente para que yo pasara por debajo de su defensa y me adentrara en la zona sensible, aquella donde los halagos pueden romper barreras y liberar ataduras.
No pensé si le hacía daño, ni si me quería de verdad, esa noche quería de ella lo que había obtenido antes de otras. No pensé si luego sufriría por mi manipulación tan evidente, ni me importó.
De sus suspiros hice mi melodía, cuando mis manos arrancaban su ropa de prisa.
De su espalda hice mi lienzo, pintando con mi saliva más mentiras, dibujé alas falsas para que creyera que podía volar. Para que se lanzara sin miedo a mis redes.
De sus gemidos al llegar al orgasmo, de sus espasmos, de sus gritos hice mi memoria y luego....y luego..
Nada.
Sos maravillosa <3 :) Esto está muy bueno. (ahora sí, sin esconderse jajjajaa)
ResponderEliminarLinda! muchas gracias por todo <3 (ahora si que si nos entendemos jajaja)
Eliminar